El kinesiólogo y fisiatra Martín Gallego, graduado de la Universidad Abierta Interamericana, destaca que su decisión de hacer la carrera de grado en la institución fue una de las más acertadas que tomó en su vida.

Mantuvimos un diálogo con él para que nos cuente sobre su experiencia en la Universidad, su presente laboral y sus objetivos.

¿Por qué decidió estudiar en la Universidad Abierta Interamericana? 

Yo había hecho el ingreso a la UBA hace un largo tiempo, una vez que culminé mis estudios secundarios. En un periodo de mi vida me dediqué a la Educación Física, pero quería retomar mis estudios de Kinesiología.
De casualidad, y hoy puedo afirmar que fue más causalidad, me encontré con mi “Padre Kinesico” y uno de mis grandes referentes, el Lic. Jorge Fernández (en el ambiente profesional “el Chino”), al cual le estoy agradecido de por vida. Él es el principal responsable de que comenzara y culminé mis estudios en la UAI.

¿Qué profesores recuerda que le hayan generado una sensación distinta? ¿Tenía algún referente?

De todos me lleve algo bueno, con algunos he tenido grandes diferencias, pero mis referentes son “el Chino” con sus clases de Semiopatología y Traumatología, Marcelo Pacheco en Kinesiología Deportiva y Fernando Krasnov en Kinefilaxia.

 ¿Por qué eligió la carrera de Kinesiología y Fisiatría?

Elegí la carrera de Kinesiología y Fisiatría, porque es parte de mi vida. De chico siempre fui un deportista amateur. Esto me ha hecho atravesar lesiones y por ende vivía en el Kinesiólogo.

¿Trabaja actualmente en algo relacionado con el deporte?

En la actualidad y desde el momento que egrese estoy contratado por un Team de polo de alto Handicap Americano. En él me desempeño como Fisioterapeuta/Trainner preventivo. Este trabajo implica viajar mucho por varios países durante el año. Hago temporadas en USA, Inglaterra, España y Dubai. Mis vivencias en el exterior, comparándome con otros colegas de otros países extranjeros, es que la Universidad me ha dado una gama importante de herramientas para el abordaje y tratamiento de los jugadores polo.

Si pudiera volver a cursar una materia, ¿Cuál sería?

Cursaría una y mil veces Kinefilaxia y Kinesiología Deportiva.

¿Cómo es su relación con los pacientes y cuál es la clave para un buen tratamiento?

Desde mi experiencia interpersonal, el paciente es un todo, significa que el abordaje terapéutico debe tener en cuenta que el ser humano es cuerpo, mente y emoción. Si una de esas partes está afectada, el todo deja de funcionar bien. Por este motivo es muy importante la anamnesis o interrogatorio con el paciente, debemos estar atentos a todo y darle mucha importancia a la evaluación Kinésica que es una gran herramienta desde la clínica.

¿Qué mensaje puede dejarle a los alumnos actuales que cursan la carrera de

Kinesiología y Fisiatría?

El mensaje desde lo profesional es que sean apasionados con esta vocación, que es fascinante ver la evolución de los pacientes y notar que le devolvemos autonomía después de algo que le ha sucedido. Y algo muy importante, no perder nunca la humildad y tener en cuenta que no sabemos todo, pedir ayuda si es necesario y nunca darse por vencidos frente a un fracaso desde lo académico, como en la vida misma.